Brazo de gitano selva negra

Ingredientes para 6 raciones:

200 g de chocolate negro troceado

60 ml de agua caliente

1 cucharadita de café instantáneo

4 huevos, separando la yema de la clara

110 g de azúcar extrafino

1 cucharada más de azúcar extrafino

125 ml de nata para montar

1 cucharada de kirsch

Relleno de cereza:

1 lata de cerezas en almíbar deshuesadas (425 g)

2 cucharaditas de maicena

1 cucharada de kirsch

Preparación:

Precalentar el horno a una temperatura de 180-190ºC. Mientras preparar una bandeja del horno de unos 25 x 30 cm. Esto lo haremos forrando la base con papel de hornear.

Mezclar el chocolate, el agua y el café en un cuenco resistente al calor. Poner al baño maría. Con una cuchara de madera remover la mezcla hasta que el chocolate se funda. En ese momento lo retiraremos.

Con varillas eléctricas batimos las yemas de los huevos junto al azúcar, hasta que estas tengan apariencia cremosa y espesa, esto te llevara alrededor de 5 minutos. Una vez que lo consigas, añadir a la mezcla del chocolate.

Ahora de igual manera batiremos las claras hasta dejarlas al punto de nieve. Con una cuchara de metal incorporamos la claras a la mezcla en dos tandas. Extendemos el resultado de toda la mezcla en la bandeja ya preparada y dejamos que se cocine en el horno unos 10 minutos.

Ahora prepararemos en una superficie plana de trabajo otro trozo amplio de papel de hornear espoleándole azúcar extra encima. Colocamos el ya bizcocho en el nuevo papel con cuidado. Lo cubrimos con un paño limpio hasta que se enfrié a temperatura ambiente.

Crearemos la nata montada con la nata y el kirsch en un cuenco hasta que esta se quede montada y elevada. Extendemos la nata sobre el bizcocho ya frio. Ahora cortaremos las cerezas para añadirlas también al relleno, poniéndolas sobre la nata.

Enrollamos el bizcocho ayudándonos del papel de hornear por uno de sus lados largos. Tapar el brazo de gitano y meterlo al frigorífico para que se enfrié mínimo 30 minutos.

Ya solo nos queda servir.

Conservación:

Se conserva bien durante 8 horas en un recipiente hermético en el frigorífico. También podemos guardar en el frigorífico el bizcocho, aun sin  relleno ni enrollar de un día para otro. Solo tendremos que dejarlo cubierto con otro papel de hornear y un paño húmedo por encima.

Ya ves se trata de un postre que no es nada difícil de preparar y con el que vas a quedar estupendamente con quien tú quieras. Pero, sobre todo, contigo mismo.