Cañas borrachas

Por más que miro y remiro la receta no veo cómo puede ser… Cómo puede ser que alguien cobre por estas delicias tan fáciles y divertidas de hacer. Podrás pasarte las horas muertas elaborando cañas borrachas, hasta que te digan basta. Claro que están tan buenas que van a tardar mucho en decírtelo.

¡Si es que ya el propio nombre nos deja entrever lo deliciosas que pueden llegar a ser! Vamos a dejarnos de introducciones y vamos a entrar en la cocina, mandil y gorro en ristre (bueno, si el gorro te va a estropear el peinado, lo dejamos en el mandil, pero luego no te quejes si se te caen pelos en la comida).

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Dignas del escaparate de cualquier pastelería

Ingredientes:

Para elaborar las cañas, saca del cajón, estantería, o dondequiera que los guardes, 200 gramos de harina, 150 centímetros cúbicos de aceite de oliva virgen extra y 200 de “Pedro Ximénez” o cualquier vino generoso dulce.

Ten también listos, para la crema, los siguientes elementos: 4 huevos, 150 gramos de harina de maíz, medio litro de leche, un tallo de canela y cien gramos de azúcar… Si es que con sólo enumerar los ingredientes se nos está haciendo la boca agua…

Preparación:

Vamos a empezar haciendo la crema, para lo que herviremos la leche con la canela y el azúcar. Cuando haya roto a hervir, sácala del fuego y deja que se enfríe. Mezcla los huevos y la harina de maíz y añade la leche. Hiérvelo todo hasta que espese.

Ahora, las cañas: mezcla la harina con el aceite de oliva (que esté sin usar, si no quieres que afecte al sabor de tus cañas) y el vino dulce. Amásalo todo bien. Toma un rulo, estira la masa y córtala en tiras. Ahora, enróllalas y fríelas en una buena cantidad de aceite de oliva.

Ya fritas, retira las cañas, rellénalas con la crema, que ya estará templada, y pásalas por azúcar.

Recuerda:

Para las cañas:

200 gr. de harina

200 cc de «Pedro Ximénez»

150 cc de aceite de oliva virgen extra

Para la crema:

4 huevos

1/2 litro de leche

1 tallo de canela

150 gr. de harina de maíz

100 gr. de azúcar

Como puedes ver, ésta es una de esas recetas que puedes elaborar al final de una de esas mañanas tontas de domingo, cuando no se te ocurre qué hacer y quieres darte un capricho baratito, con los ingredientes que tienes por casa. Te llevará como tres cuartitos de hora y verás que es muy fácil.