Cómo conservar un pastel

Suele pasarnos que cuando hacemos un postre tendemos a hacerlo mucho más grande para que la gente pueda repetir, sin embargo no caemos en que cuando hacemos una cena o fiesta solemos hacer demasiada comida y que al final no a todos le apetece un postre muy copioso o tan siquiera repetir. Por lo que siempre nos suele sobrar. Aquí empiezan las dudas.

Si seguís nuestras recetas os habréis dado cuenta que en casi todas las tartas o recetas que llevan productos más perecederos como huevos o natas tendemos a poner unas recomendaciones de conservación al final.

Aun así si alguna vez tienes dudas debes saber que los pasteles no suelen aguantar, en su mayoría, más de 2 o 3 días. Aunque todo depende siempre del clima y el tipo de pastel. Por lo general cuanto más grasa tenga más tiempo aguanta.

Por eso hoy os traigo unos cuantos consejos para que vuestra repostería pueda aguantar sin ningún tipo de problemas este tiempo. Ya que no siempre, aunque no sea nuestra intención, sabemos muy bien como guardar estos alimentos para que no se contaminen o pierdan sabor o se vea trasformado de un día a otro. De tal forma que podamos disfrutarlo en toda su esencia.

Consejos prácticos de conservación:

Lo primero que tendremos que hacer para guardar un pastel es asegurarnos que este a temperatura ambiente. Una vez que este podemos guardar en un recipiente hermético. Cuando hablamos de esta clase de recipiente hablamos de los típicos taper.

Para elegir el recipiente adecuado debe ser del tamaño lo más parecido posible al del trozo que vayamos a conservar. Ya que cuanto menos aire tenga el recipiente mejor se conservará. Ya que no corre riesgo de oxidación, y a que no roza con el dulce el aire. Si vemos que en uno solo no cabe podemos guardarlo en varios.

Este tipo de tartas o pasteles no suele ser recomendable congelar. Ya que ingredientes como la nata y otros rellenos no se conservan bien. Sin embargo no ocurre igual con los bizcochos. Ya que cuando estos no tienen ningún tipo de rellenos aguantan bien los cambios de temperatura en su conservación. Evita también los glaseados, ya que al congelarse se suelen cristalizar y acaban rompiéndose.

Para congelar envolver antes en papel film trasparente o bolsas herméticas extrayéndole todo el aire posible. Cuando queramos descongelar solo tendremos que sacarlos del congelador y dejarlos toda la noche en el frigo, para que se descongelen a su ritmo sin cambios bruscos.