Maskina

Os presento otro postre árabe, será por qué he comprado miel casera que últimamente me da por este tipo de postres. Es muy sencillo de hacer y su aspecto es como de una pizza dulce de frutas, una torta que admite todo tipo de frutos secos  aunque yo he escogido los más usuales.

Como sucede con este tipo de postres, hay que cogerla la mano a la masa y debes de recordar que las cantidades siempre son orientativas, ya que entre una harina y otra puede haber pequeñas diferencias. Una buena cocinera “escucha” a la masa y añade más ingredientes si esta los “pide”.

Ingredientes dela Maskina

– 250 gr. de harina

– 150 ml. de nata de cocinar

– 1 cucharada de azúcar (no pongas demasiada, luego le añadirás la miel)

– Un puñadito de nueces

– Un puñadito de almendras naturales

– Un puñadito de orejones

– Un puñadito de dátiles

– Un puñadito de pasas

– Miel al gusto. Yo suelo poner tres o cuatro cucharadas soperas.

Preparación dela Maskina

Preparación de la masa:

En una encimera engrasada pon la harina con una pizquita de sal, que las masas siempre la agradecen. Añade el azúcar y la nata poco a poco. Amasa con cuidado hasta que veas que ya no se pega en los dedos. Si necesitas añadir harina la echas sobre la encimera y amasas encima para que tome la que necesita. Haces una pelota y la cubres con film. La dejas en la nevera un par de horas aproximadamente.

Con un rodillo estiras la masa cuidadosamente, debe de quedar bastante fina para que el acabado sea crujiente. Si tienes una base redonda para pizza puedes usarla para colocar la masa. Normalmente se hace de forma redonda, pero si te resulta más complicado hazla cuadrada con la forma de la bandeja del horno.

Pincha la masa con un tenedor para que no tome volumen en el horno. Y cúbrela con todos los frutos y frutas secos bien picados. Pon por encima miel al gusto, pero que caiga sobre toda la fruta ya que además de dar sabor la “sujetará”.

Se hornea media hora a 180 grados, pero si ves que se está haciendo demasiado por arriba pero la masa necesita más tiempo, cubre la parte superior con papel aluminio. De este modo la masa continuará tostándose pero la fruta no se resecará ni se quemará.

Cómo todos los postres árabes, sabe mejor si se acompaña de un té fuerte al estilo de Marruecos.