Tronco de chocolate

Ingredientes:

½ tableta de chocolate sin leche

6 huevos

6 cucharadas de azúcar

Nata Montada

Preparación:

Para empezar a preparar esta rica receta lo primero que tenemos que hacer es fundir el chocolate con el que vamos a trabajar. La forma será derritiéndolo al baño maría, junto con dos o tres cucharadas de agua.

Cogemos los huevos y separamos las yemas de las claras. Comenzando por utilizar un bol y mezclar en el las yemas con el azúcar hasta que se cree una apariencia cremosa. Llegado a este punto vertemos el chocolate y removemos hasta que se liguen.

Con las claras separadas y algo de azúcar empezaremos a batir hasta que se monten a punto de nieve muy fuerte. Las cuales también añadiremos a la unión de las yemas y el chocolate fundido. Mezclamos bien.

Con la ayuda de una bandeja de horno rectangular, previamente forrada con papel de aluminio, verteremos el contenido sobre ella, intentando que se extienda de forma regular. Metemos en el horno a una temperatura entre los 180 a 190ºC durante unos 10 o 15 minutos. Tiempo suficiente para que el bizcocho sea firme al tacto.

Sacamos y dejamos que se temple a temperatura ambiente. Cuando ya no queme lo desmontamos sobre la superficie de trabajo limpia y con la ayuda de un pliego de papel vegetal, de cocina o una servilleta limpia iremos dándole forma enrollándolo a lo ancho con cuidado para que no se quiebre.

Cuando ya coja forma será el momento en el que introduciremos su interior rellenándolo con nata montada en el centro. Sellamos su lateral con mojando el extremo o usando un poco de almíbar, para que se pegue.

Enfriamos en el frigorífico al menos una hora antes de servirlo.

Sugerencias:

Conviene dejar enfriar el bizcocho antes de rellenarlo con la nata, ya que con el calor la nata se puede venir abajo o cortarse.

Este postre puedes acompañarlos preparando una salsa de chocolate caliente, incluso extendiéndolo con la ayuda de un cuchillo sobre el tronco. Nunca verteremos encima de él una cubierta caliente, pues la nata sufriría.

Conservación:

No debemos olvidar que los alimentos que tienen nata se ponen malos antes, pues tiende a agriarse. Por lo cual nunca guardaremos este postre más de 2 días.

Por otra parte, siempre podremos congelar algunas de sus partes, lo que nos permitirá poder disfrutarlo hasta unos 3 meses, pudiendo degustarlo aun medio congelado.