En época de cerezas y picotas, experimentar el estallido del dulzor de esa pequeña bola roja en nuestro paladar sólo es comparable a degustar su zumo bien frío acompañado con un toque de fresco limón.
Porque, además de refrescarnos, estaremos tomando un aporte de vitaminas saludables y con fruta de temporada.
Ingredientes para 4 personas:
500 gr. de cerezas o picotas
70 gr. de azúcar para añadir a la fruta
10 cubitos de hielo para añadir a la fruta
Zumo de 1 limón
Algún cubito más para añadir a la copa terminada
1 copa helada
Clara de huevo
Un poco de azúcar para espolvorear
Preparación previa:
Meter en el congelador la noche anterior las cubiteras con agua para que se formen los hielos. Como parte de esos cubitos se van a servir enteros, podemos aprovechar y utilizar cubiteras con formas divertidas, como estrellas, corazones, o pequeños aros por donde se podrán insertar las pajitas.
Al menos una hora antes de servir el zumo, deberemos meter en el congelador la copa donde se va a servir, para que conserve durante más tiempo el frescor.
Preparación de la pulpa:
Con un deshuesador, retirar el hueso de los 500 gr. de cerezas o picotas que hemos comprado. Es una tarea tediosa pero hay que pensar en la recompensa final que nos espera.
Una vez que tengamos toda la fruta deshuesada exprimimos un limón para añadir su zumo a la mezcla junto con el azúcar.
Ahora hay que proceder a triturar con una máquina de cuchillas la pulpa de las cerezas con la mezcla de azúcar y zumo de limón. Esta tarea podemos realizarla con un brazo batidor o con un vaso triturador.
Si nos decidimos por usar el brazo batidor, no olvidéis colocar la mezcla de pulpa, limón y azúcar en un bol lo suficientemente profundo para que no se produzcan salpicaduras.
Una vez terminado trituramos los cubitos de hielo hasta que queden del tamaño y textura de los granizados.
Se saca la copa del congelador, se le unta por el borde un poco de clara de huevo y se le espolvorea el azúcar y ya está lista para verter el contenido del zumo y los cubitos en ella.
Añadimos el último toque de los cubitos de hielo y un par de pajitas y ya tenemos un postre refrescante que servir a la mesa.
Fresco, sano y maravillosamente delicioso.
Consejo:
Si no se va a servir inmediatamente, se deberá guardar la mezcla de la pulpa en la nevera y los cubitos triturados y la copa en el congelador a la espera de poder montar el postre.