Ingredientes:
1 lata de piña de 1 kg en su jugo
200 gr de azúcar
250 gr de nata
1 limón grande
5 hojas de cola de pescado de buena calidad
3 cucharadas de azúcar para caramelizar el molde
Preparación:
Primero cogemos las rodajas de piñas escurriéndolas bien. Una vez que veamos que se le ha retirado el jugo donde vienen conservadas (importante no tirar el jugo). Cuando veamos que se le ha retirado el suficiente jugo, empezamos a trocearlas. Echamos los trozos en una cubeta especial para batidoras junto al zumo de limón y azúcar que hayamos sacado previamente a un limón. Trituramos con la batidora todo hasta que se quede un puré.
Es el turno de disolver las colas de pescado. Para ello las coceremos en un cazo a fuego lento. Pero esta vez en vez de agua en su lugar colocaremos el jugo natural donde venían conservadas las rodajas de piña.
Una vez estén disueltas y se hayan deshecho en el zumo, empezamos a echar la disolución en un bol donde habremos colocado ya el puré resultante de la piña y el zumo de limón. Antes de echar cogeremos un colador para evitar que caigan lamina que pudieran no estar disueltas. Mientras echamos sin parar.
Ahora finalmente colocaremos la nata, es recomendable que se vierta algo montada. Removemos bien hasta que quede bien homogénea la mezcla.
Es el turno de preparar el molde, lo suyo es coger uno que tenga la propia forma para preparar bavaroi, aunque si lo preferimos podemos coger otra clase de molde que tengamos. Con un cazo caramelizaremos azúcar y lo echaremos por todo el molde, lo que le dará sabor y conseguirá que no se quede pegada la mezcla.
Una vez hallamos echado nuestra receta, lo introduciremos en el frigorífico hasta que se quede bien cuajado. Esto suele tardar mínimo de una 12 horas. Por lo cual es aconsejable prepararlo el día anterior a tomarlo. Pasado este tiempo podremos desmontalo y sera el momento en que podamos servirlo.
Consejos:
Te sera de gran ayuda si pasas las hojas de pescado por agua fría antes de utilizarlas. Esto hace que se disuelvan más rápidamente después.
Aunque podemos hacer el caramelo de forma casera retostando azúcar, también podemos comprar una botellita del que viene preparado para repostería. Así nos ahorraremos tiempo y es muy aconsejable si tenemos pensado hacer más postres.