No sé si será tu caso, pero, en el mío, es oír “donuts” y empezar a salivar como un perrito de Pavlov cualquiera… Y, si encima son caseros, no te voy a contar la alegría que me da quien me los ofrece. Tanto es así, que en su día decidí aprender a prepararlos. Y hoy comparto la receta contigo.
Ingredientes:
Vas a necesitar 225 gramos de harina de fuerza, una pizca de sal, quince gramos de levadura de panadería, ciento cincuenta mililitros de leche entera (¿estás tomando nota?… Bien: seguimos), una cucharada de mantequilla, otra de azúcar y aceite de girasol. Todo esto para la masa.
Para el glaseado te va a hacer falta una cucharada de mantequilla, tres de azúcar glass y una cucharada y media de agua ¿Lo tienes todo? Pues vamos allá.
Preparación:
Empieza por templar la leche en el microondas –que se ponga a unos treinta grados-. Añádele la levadura y amásala con los dedos. Deja la mezcla apartada durante quince minutos. Pones, por otro lado, la harina, el azúcar, la sal y la mantequilla en un bol y lo amasas todo hasta que te quede una pasta uniforme.
Ahora, haz un agujero en la masa y añádele la leche. Mézclalo todo poco a poco hasta que tengas, de nuevo, una masa uniforme y que no se pegue ni a las paredes del bol ni a tus manos. Puedes ayudarte, de ser necesario, con un poquito de harina.
Cuando tengas la masa lista, déjala fermentar, tapada con un paño, durante una hora en un sitio caliente (el horno a una temperatura de 40-50º, puede valer). Espera hasta que doble su volumen. Apaga el horno y déjala dentro otra media hora.
Cuando saques la masa, “desgasifícala”, amasándola un rato más. Enharina la mesa y extiéndela con un rodillo que también habrás bañado de harina. Que se quede, más o menos, de un centímetro de grosor. Recortas la masa en círculos concéntricos (con vasos y tapas de tamaño diferente). Reutiliza los recortes. Deposita los donuts crudos en un sitio cálido otros veinte minutos para que vuelvan a crecer.
Pasado este tiempo, fríe las piezas en abundante aceite a temperatura media, de modo que queden doradas por fuera y hechas por dentro. Sácalas y déjalas sobre un papel absorbente para que escurran el aceite que les sobra.
Para hacer el glaseado, coloca la mantequilla en un bol y derrítela unos segundos en el microondas. Añade el agua y dos cucharadas de azúcar, mezclando todo muy bien. Poco a poco, añade más charadas de azúcar glass hasta que la textura sea tal que “agarre” ligeramente. La varilla. Vierte el resultado sobre los donuts aún calientes y extiéndelo con una brocha.
Un detalle: este dulce no lleva conservantes, con que deberás comértelo en el día. Aunque no parece que eso vaya a suponer problema alguno…
Recuerda:
225 gramos de harina de fuerza
Una pizca de sal
Quince gramos de levadura de panadería
150 mililitros de leche entera tibia
Una cucharada de mantequilla
Una cucharada de azúcar
Aceite de girasol para freír
Para el glaseado:
Una cucharada de mantequilla
Tres cucharadas de azúcar glass
Cucharada y media de agua
Tardarás alrededor de tres horas en tener listo este postre, de dificultad intermedia, pero el resultado, ya lo verás, vale la pena.