¡Qué ricos los mazapanes!

Los mazapanes son dulces típicos navideños pero en realidad a mi me gustan tanto que me los comería durante todo el año. Recuerdo como mi compañero de piso, cuando era estudiante en la universidad, nos traía esos manjares de Toledo, realmente era uno de mis momentos favoritos.

Con la economía como está como está, la Navidad este año se presenta mucho más austera que en otras ocasiones. Una de las medidas de ahorro puede ser hacer los postres y dulces nosotros mismos. Por esa razón, a continuación os explicaré como hacer unos mazapanes caseros que están riquísimos.

Además, los más pequeños de la casa os podrán ayudar en esta tarea y de de esta manera, estarán entretenidos y pasarán un buen rato. La cuestión es intentar ahorrar en la medida de los posible y aprender a hacer las cosas por nosotros mismos. Seguro que si le ponéis cariño y mimo os saldrán unos mazapanes de rechupete.

mazapanes

Tamorlan

Ingredientes:

– 250 gr de almendra pelada y molida

– 125 gr de azúcar glass

– 40 ml de agua

– Un limón

Elaboración de los mazapanes

El primer paso es muy sencillo, solamente tenemos que poner el agua en un cazo y calentarla. Una vez hemos calentado el agua a fuego lento, añadiremos el azúcar. Si no tenemos a mano azúcar glass o nos queremos ahorrar un dinerito lo que podéis hacer es poner azúcar normal en un molinillo de café.

Cuando lo pongáis en marcha y esperéis un par de minutos os daréis cuenta que el azúcar normal se ha convertido en azúcar glass. Esta es una manera sencilla y barata de conseguir el mismo resultado sin ningún coste adicional.

El siguiente paso consistirá en limpiar la cáscara de limón y rallarla. Cuando ya hayamos terminado, entonces exprimiremos el zumo del limón y lo reservaremos. Cuando la mezcla del azúcar ya esté completamente lista, le añadiremos una cucharada de café de zumo y cáscara de limón y la almendra molida. Lo mezclaremos todo bien hasta conseguir una masa totalmente homogénea.

Cuando ya la hayamos conseguido, deberemos dejar enfriar la masa al menos dos horas. Pasado ese tiempo, con la ayuda de una cucharilla y algo de paciencia, cogeremos pequeñas porciones de esa masa y le daremos la forma que más nos apetezca. Es en este punto donde los peques de la casa puede participar moldeando la masa y dando forma a los futuros mazapanes.

El último paso lo haremos con la ayuda de una brocha que untaremos en agua y azúcar. «Lacaremos» la masa y lo hornearemos hasta que se queden tostaditos. Entonces, solamente nos quedará disfrutar de ese sabor tan inconfundible del mazapán.