Fresas y nata, blanco sobre el rojo intenso, combinación de colores y sabores perfecta. Su unión está presente en muchos postres resaltando mutuamente sus sabores y texturas.
A un buen batido parece que le falta algo si no lo acompaña un toque de nata en su superficie. Igualmente a la nata de una tarta le da un toque fantástico unos trocitos de nata adornando sus bordes.
Tradicionalmente a Mafalda no le gusta nada de nada la sopa, pero eso es porque no ha probado esta deliciosa sopa con la dulzura del almíbar de fresa interrumpida de vez en cuando por un toque de nata o por el sabor más intenso de un trozo entero de fresa.
Las fresas son una fruta delicada cuya conservación en su sazón no es de muchos días. Considerada uno de los manjares predilectos por todos gracias a la mezcla de dulzor y acidez que presenta, su constitución delicada hace que deba ser consumida rápidamente.
Ingredientes para 4 personas
3/4 kg de fresas
150 ml de agua
150 gr de azúcar
4 granos de pimienta negra
500 gr de helado de vainilla
Unas gotas de zumo de limón
Utensilios
Cazo para hacer el almíbar
Escurridor
Bol
Cuchillo
Cuchara de madera
Platos hondos
Preparación
Primero iremos haciendo el almíbar, para que se vaya enfriando mientras seguimos preparando las cosas.
En un cazo hervimos el agua con el azúcar y la pimienta. En cuanto se forme el almíbar, lo colamos y lo dejamos enfriar.
Mientras se enfría vamos preparando las fresas. Las lavamos bien, les quitamos el rabito y las hojas y las troceamos.
Añadimos las fresas troceadas al almíbar e incorporamos las gotas de limón. Lo trituramos todo con la batidora y lo colamos (esto último es opcional).
Si deseamos encontrarnos tropezones en la «sopa», en vez de triturar todas las fresas podemos reservar algunas y las incorporaremos al final en trocitos muy pequeños.
Antes de servirlo lo meteremos media hora en la nevera, al menos.
Serviremos la sopa en platos hondos, colocando encima una bola de helado de nata.
Para darle un toque de color podemos añadir unas hojas de menta.
Consejos
Es fundamental no hervir las fresas y por lo tanto hay que dejar enfriar bien el almíbar para preservar todo el perfume de la fruta.
Las fresas se pueden sustituir por frambuesas, mango o kiwi y el helado de nata por uno de yogourt, vainilla, chocolate, etc.
Se puede conservar 3 días en nevera y 3 meses en el congelador.