Tarta de yema tostada

Esta deliciosa tarta es todo un clásico que cada vez que la pruebo me recuerda a los cumpleaños de la infancia, cuándo el pastel de yema tostada era el único que nadie tocaba en mi casa. No se el motivo, pero ninguno de los niños lo tocábamos porque lo veíamos “raro” o “diferente” y sin embargo era uno de los primeros en desaparecer cuándo los adultos escogían.

Con los años dejé atrás prejuicios y probé la que desde entonces es una de mis tartas favoritas. Además es muy fácil de hacer y siempre queda bien.

Ingredientes de la tarta de yema tostada

Bizcocho

150 gr. de harina de trigo blanca para repostería

150 gr. de azúcar

4 huevos grandes

Un chorrito de agua de azahar

Almíbar

150 gramosde azúcar

150 mililitros de agua

Un chorrito de licor de naranja tipo cointreau

Yemas

12 yemas

200 gramosde azúcar

100 mililitros de agua (puede ser algo más dependiendo del tamaño de las yemas)

Preparación de la tarta de yema tostada

Preparación del bizcocho

Es aconsejable que el bizcocho esté bien frío antes de montar la tarta, se puede hacer incluso de la noche antes.

Separamos las claras y las subimos a punto de nieve. Mezclamos las yemas batidas con el agua de azahar, el azúcar y la harina procurando que no queden grumos. Podemos usar una batidora. Cuando esté bien mezclado añadimos las claras sin batir, sino usando movimientos envolventes suaves para no bajar el punto de nieve.

Usamos un molde, a mi me gusta redondo y de silicona, pero al gusto del consumidor. Si es de silicona no necesitamos engrasar, pero si es un molde de aluminio debemos de poner un poco de aceite o de mantequilla. Al horno unos 25 minutos a 180 grados, pero como siempre, depende del horno y hay que pinchar para ver si sale limpio el tenedor.

Cuando el bizcocho sale del horno, bien caliente aún, lo pinchamos un poco con el tenedor y le ponemos por encima el almíbar. Para hacerlo simplemente calentamos el agua y el azúcar revolviendo a fuego lento hasta que quede un líquido ligeramente espeso.

Preparación de las yemas

Ponemos a calentar el agua con el azúcar sin dejar de revolver hasta que quede espeso, formando hilitos. En un cuenco tenemos las yemas previamente batidas y añadimos el jarabe muy despacito, revolviendo todo el rato. Volvemos a poner la mezcla al fuego y no dejamos de revolver hasta que vuelva a espesar.

Cogemos el bizcocho ya frío y lo cortamos en dos capas. La mitad de la yema aproximadamente,  se usa para rellenar el bizcocho, con ayuda de una espátula y se tapa nuevamente. Con el resto de la yema cubrimos el bizcocho por encima y por los lados.

Truco: si los huevos no son de gallinas alimentadas con maíz, seguramente la yema tendrá un color feo. Añade un poco de colorante alimenticio para darle el tono justo.

Truco 2: si tienes un hierro para quemar la yema, hazlo, quedará mucho más rica y más bonito el pastel.