Ingredientes:
2 plátanos
2 melocotones
250 gr de fresas y/o frambuesas
2 cucharadas de azúcar
1 limón
250 gr de helado de vainilla
400 gr de nata montada
Para la salsa:
½ de mermelada de fresa
1 cucharada de mantequilla
3 cucharadas de coñac
Preparación:
Empezaremos primero consiguiendo el zumo de limón, por lo cual lo exprimiremos y reservaremos su jugo hasta que nos haga falta. Preparamos la fruta, para ello la pelaremos en el caso de los plátanos, y lavaremos las demás. Cortamos en rebanadas u trozos la fruta. Excepto las frambuesas, que dejaremos enteras por su tamaño. Ponemos cada clase en platos separados.
Cogemos el azúcar y espolvoreamos con él la fruta. Después echaremos encima, con cuidado, el zumo de limón, esto conseguirá que los trozos no se oxiden y terminen oscureciéndose. Lo que da mala presentación a este postre.
Ahora llega el turno de la salsa o sirope. Podemos utilizar uno hecho, pero en este caso os enseñaremos a realizar uno casero. Para ello ponemos un cazo al fuego y vertemos la mantequilla en él, para que se reblandezca junto a la mermelada y una cucharada de agua. Removeremos hasta que se mezcle bien. Una vez quede bien ligada, apartamos del fuego y le añadimos el coñac. Dejamos enfriar a temperatura ambiente. Reservamos.
Llega el turno de ir montando las copas. Para elegir una adecuada buscaremos una que tenga mucho fondo, las típicas para batidos. Comenzamos echando nata en su base, capa de fruta mezclándola, regamos con una capa de la salsa. Otra vez repetiremos las capas empezando por la nata, las frutas y otra vez la salsa.
Sacamos el helado y con la ayuda de una cuchara o una cucharilla de helado sacamos una bola. La depositamos como corona de este maravilloso postre. Podemos adornar con algo de frutas, la salsa y con pequeños montículos de nata o un copete de esta sobre el helado.
Recuerda que:
Puedes variar las frutas empleadas en la elaboración de esta fantástica copa, pero recuerda comprar frutas de temporada, a la vez que sean de diferentes colores para darle más colorido y alegría al postre.
Tanto el sabor del helado, la salsa, solo con cambiar la mermelada por otra de distinta fruta y el orden de las capas pueden variar según nuestro gusto o capricho. Ya que es un postre muy versátil. Lo importante es la imaginación.