Yemas de Santa Teresa

Delicioso postre nada apto para personas propensas a las subidas de colesterol, pues lleva una gran cantidad de yemas de huevo. Como sabréis, según se ha demostrado por médicos actualmente, las yemas de huevo en si no causan colesterol, pero si pueden dar problemas si existe previamente.

Se trata de un postre muy típico de Ávila, casi todas las personas que visitan la ciudad acaban llevándose una cajita de estas típicas bolitas naranjas colocadas sobre cápsulas de papel blanco, como recuerdo de la ciudad.

Ingredientes de las yemas de Santa Teresa

8 yemas grandes

150 gramosde azúcar

100 mililitros de agua

Para estos postres es especialmente recomendable usar huevos de gallinas alimentadas de forma natural y que han picoteado libres, ya que serán mucho más ricos en Omega 3 y Omega 6 y por tanto equilibrados y sanos para nuestro organismo.

Preparación de las yemas de Santa Teresa

Es un postre muy sencillo de realizar, comenzaremos por poner el agua y el azúcar a fuego lento y revolverlo de continuamente con una cuchara de palo. Hay que conseguir el punto de hebra, es decir, que cuando sacas la cuchara del cazo el agua y el azúcar formen hilitos o hebras que caigan de ella. Separamos del fuego al alcanzar este punto.

Batimos bien las yemas y las agregamos al jarabe despacito, con un chorrito fino sin dejar de revolver y lo volvemos a poner al fuego lento hasta que cuaje.

Se vierte la mezcla en una bandeja que permita se extienda lo suficiente para que enfríe de forma uniforme.

Para mi gusto las yemas de Santa Teresa me parecen muy dulces de por si y no soy partidaria de  añadirles azúcar glass, pero hay personas que encuentran este toque imprescindible para que estén realmente sabrosas. Si eres de estas últimas puedes cubrir la masa ahora con el azúcar molido o hacerlo una vez que les has dado la forma, rebozándolas.

Una vez que esté fría la masa hacemos pequeñas bolitas con ella y las colocamos sobre cápsulas de papel blanco como las utilizadas para los bombones caseros o las trufas. Recuerda que se trata de un bocado muy dulzón y que es mejor que la yema sea pequeña para que no resulte empalagosa.

Truco: se le puede añadir a las yemas un poco de colorante si estas resultan demasiado pálidas.

Consejo: es una receta muy sencilla que es ideal para realizar con niños. Sobre todo la parte de hacer las bolitas. Les encantará formar parte de tu “personal” de cocina.