En unos días veremos como llega el día San Valentín y nos inunda de amor y pasión a todos los enamorados. Para algunos es una fiesta desgradable o indeferente, a otros les parece un día inventado por los grandes almacenes para gastar a lo loco, pero siempre quedaremos los románticos. Ya que la economía no ayuda demasiado, y esto va de mal en peor, hay detalles que gustan mucho y que son muy baratos.
Si eres como yo y piensas que San Valentín es una invención pero que te encanta ese aire a amor que se respira por todos lados y quieres darle una sorpresa a tu pareja, quédate conmigo, quizás esta idea te guste y te animes a hacerlo. Es muy fácil, no te agobies, ponle mucho amor y cariño y seguro que le encantará.
No necesitas grandes ingredientes ni rebuscados. Yo diría que si se te cruza el cable en el último momento, incluso podrías hacerlo sin problemas. De todas maneras es mejor que te tomes tu tiempo, sobre todo si no estás muy acostumbrado a esto de la cocina. Seguro que estas hecho un cocinillas y no necesitarás ninguna ayuda.
Dulces corazones
Ingredientes
– 3 cucharadas grandes de queso fresco
– 3 cucharadas de mermelada de fresa
– 100 gr de mantequilla a temperatura ambiente y sin sal
– 7 gr de levadura en polvo
– Leche entera
– 2 huevos
– 100 gr de harina
– 100 gr de azúcar
¿Cómo se hace?
El primer paso será poner en un bol los 100 gr de mantequilla sin sal que hemos dejado fuera del frigorífico y el azúcar. Entonces, mezclaremos estos dos ingredientes hasta conseguir una masa homogénea. Más tarde, añadiremos los dos huevos de uno en uno. Cuando pongamos el primero lo mezclaremos con los demás ingredientes y después echaremos el segundo.
Una vez que hayamos añadido los huevos, pondremos la harina. Antes de añadir la harina la tamizaremos con la ayuda de un colador para evitar que se produzca grumitos. También pondremos dentro lso 7 gr de levadura. Mezclaremos todos los ingredientes y lo dejaremos unos minutos.
Entonces cogeremos el molde donde colocaremos la masa y lo embadurnaremos de mantequilla o aceite para que no tengamos ningún problema a la hora de sacarlo del horno cuando esté listo. Una vez tengamos el molde preparado pondremos la mezcla dentro y lo meteremos en el horno precalentado durante 20 minutos a 170 grados.
Cuando ya esté listo tomaremos un molde en forma de corazón e iremos cortando los trozos de bizcocho. Cuando hayamos terminado y tengamos todas las formas, en un bol aparte haremos la mezcla entre el queso fresco y la mermelada de fresa. Cogeremos cada bizcocho y lo partiremos en dos de manera horizontal. En el medio pondremos la mezcla que hemos hecho con la mermelada y el queso y el postre estará listo para degustarlo.