Comprobado: sabe tan bien como suena. Y mira que suena bien, ¿eh? De hecho, la primera vez que preparé esta receta lo hice “de oído”. Esto es: oí el nombre y me dije “suena bien: vamos allá”.
Ahora, tú juegas con ventaja: ya sabes que, además de sonar, sabe estupendamente ¿Cómo, no me crees? Hay que ver qué poca fe… En fin, como un Santo Tomás cualquiera, si para creer has de meter los dedos en la llaga, ponte en mandil, que vamos allá:
Ingredientes:
Vamos a empezar por ver qué necesitas para la masa. Vete sacando: 250 gramos de harina, 150 de mantequilla (tenla lista un rato antes para que esté a temperatura ambiente), 3 huevos grandecitos, 130 gramos de azúcar moreno, (¡uf!) 150 mililitros de ron moreno, cien gramos de pasas variadas, 50 gramos de dátiles sin hueso. Vamos, que ya queda poco. 20 gramos de avellanas, 50 de albaricoques secos mantequilla para el molde y un poquito de harina. Ya.
Bueno no: ya, no. Aún nos falta la decoración, para la que vas a necesitar 25 gramos de almendras enteras, 25 de avellanas, otros tantos de almendras fileteadas, 4 albaricoques secos, 100 mililitros de ron moreno y 3 cucharas soperas de miel –clarita-. Ahora sí: vamos con la
Preparación:
Empieza por picar los frutos secos y los desecados y echarlos a un bol. Báñalos con cien ml. de ron y tápalos con film transparente. Ahí se van a quedar media horita, moviéndolos de vez en cuando para que se empapen bien. A poco tiempo de que llegue la media hora, vete precalentando el horno a 180 grados con calor por arriba y por abajo.
Mientras tanto, bate a mantequilla junto al azúcar moreno con una varilla hasta que la mezcla tenga un aspecto esponjoso. Entonces, le añades los huevos uno a uno para que acabe de hacerse la masa.
Trabaja la masa hasta que te parezca que está lista y entonces incorpórale la harina con la levadura, removiendo hasta que no se vean grumos. Como te han quedado cincuenta mililitros de ron (no: no eran para bebértelos), incorpóralos para que te resulte más fácil batir.
Llega el momento de escurrir ligeramente los frutos secos y echarle encima un poquito de harina. Añádelos a la masa, removiendo para que se distribuyan bien. Vierte a mezcla en el molde bien engrasado forrado de papel de horno. Los frutos que habías reservado para el adorno –y que no te has comido-, ponlos por encima. Hornéalo todo durante una hora, más o menos.
Recuerda:
Para la masa:
250 g de harina
150 g de mantequilla
3 huevos grandes
130 g de azúcar moreno
150 ml de ron moreno
100 g de pasas variadas
50 g de dátiles sin hueso
20 g de avellanas
50 g de albaricoques secos
Mantequilla
Un poco de harina
Para la decoración:
25 g de almendras enteras
25 g de avellanas
25 g de almendras fileteadas
4 albaricoques secos
100 ml de ron moreno
3 cucharadas soperas de miel
En algo menos de dos horas tendrás lista esta tarta de dificultad un poco mayor que intermedia.