Consejos básicos para realizar repostería

Siempre en cada receta intento mostraros una serie de consejos a la hora de hacer la receta de repostería y pasteles variados. Pero siempre por falta de espacio, y para no hacer muy pesada la entrada nunca desarrollo del todo, solo poniendo puntos muy concretos.

Es por ello por lo que he pensado que quizás estaría bien ir poniendo algunos consejos y técnicas teóricas para que a la hora de la práctica no tengamos ninguna clase de complicación y podáis buscar cómo prevenirlos en la página de amasar.es directamente cada vez que lo necesitéis. Espero que no hayáis tenido muchos problemas previos y me perdonéis por no haber caído antes en hacer un post como el de hoy.

Algunos consejos útiles:

No es muy recomendable la utilización de robots de cocina ni el de batidoras (hablamos del aplicador tradicional de cuchillas) para hacer muchas de estas recetas. Por lo que se aconseja solo utilizar estos aparatos cuando nos lo especifiquen.

Siempre utilizaremos varillas de metal manuales o si lo preferimos la aplicación de las varillas eléctricas de la batidora para mezclar y ligar ingredientes.

Cuando vayamos a usar cualquier ingrediente es aconsejable, a no ser que se indique, que estén a temperatura ambiente. Lo que nos viene muy bien si acabamos de venir del súper. Ya que hay ingredientes como la mantequilla que pueden variar mucho la textura final si está muy dura o muy derretida.

El truco está en mezclar los ingredientes con las varillas a una velocidad baja y una vez que estén ya combinados subir la velocidad a media el tiempo que nos quede.

Sin embargo, para elaborar cremas o masas ligeras de repostería es mucho mejor usar como utensilio cucharas de madera. Aunque es un trabajo más pesado por lo rustico y se tarda mucho más tiempo. Pero merece la pena.

Para medir líquidos es muy importante utilizar un vaso medidor. Nunca lo sujetes con la mano al echar los líquidos. Déjalo quieto en una superficial lisa como una mesa y ve echando el líquido con los ojos a la altura de la línea que indica la medida que necesitamos. Así nunca nos pasaremos o quedaremos cortos.

En cambio, cuando hablamos de cucharas nunca sabemos si han de estar colmadas, medio huecas… es un misterio. El truco está en una vez que vayamos a echar una cucharada con la ayuda de un cuchillo rasar la cuchara para que quede al ras del borde. Esto funciona bien con harina o azúcar, aunque con ingredientes espesos como la miel o la mermelada suele ser a ojo, por lo que implica esta técnica.

De momento consejos te servirán en el proceso de elaboración, más adelante iremos dando más.