La “bola larpeira”, una delicia gallega.

La traducción al castellano de bola larpeira es bolla golosa y realmente está para chuparse los dedos. Es muy característica de algunas zonas de Galicia, sobre todo del noroeste y aunque antiguamente se comía el día en que se festejaba el patrón del pueblo hoy en día se toma con cualquier excusa.

Es una versión de la típica bolla de azúcar, pero mientras que esta es alta y solo lleva un poco de manteca en el centro, la bola larpeira es baja y está decorada con crema pastelera por encima.

Ingredientes

En cada casa, o cada horno, tiene su propia receta de este dulce, así que yo os daré la de mi familia, esperando que os guste tanto como a nosotros.

Para hacer la masa:

-600 gramosde harina especial para repostería

– 2 huevos

– Un vaso de leche

– ½ vaso de aceite (aquí va para gustos, el aceite de girasol es el más utilizado para dulces, sin embargo en mi casa siempre se le puso aceite de oliva o mantequilla natural, en este caso serían100 gramos)

– 50 gr de azúcar

–  Levadura prensada (entre 40 y50 gramos)

– ½ cucharadita de sal (imprescindible en todas las masas, aunque sean dulces.

-50 gramosde anís (actualmente hay quién lo sustituye por aroma de anís)

Para hacer jarabe

– Azúcar, agua y anís a partes iguales. Si se quiere que la bolla quede muy jugosa se usa medio vaso de cada, si se prefiere más seca menos cantidad.

Crema pastelera:

-1/2 litro de leche

– 2 cucharadas soperas de maizena

– 2 huevos

– 3 cucharadas soperas de azúcar

– 1 rama de canela

– La piel de un limón (que no lleve lo blanco porque amarga)

– Un chorrito de agua de azahar

– Una pizca de sal

Elaboración

Lo primero que vamos a hacer es la crema pastelera, pues tiene que estar fría cuándo decoremos la bolla con ella. Se pone en un cazo la leche a calentar con la canela, el limón y el agua de azahar. Dejamos que hierva y lo apartamos del fuego. Sacamos la canela y el limón y añadimos el resto de los ingredientes poco a poco, revolviendo bien para que la harina no haga grumos. Lo ponemos de nuevo a fuego lento hasta que espese.

Para hacer la masa se mezcla el huevo con el azúcar, batiéndolo bien. Se caliente la leche con la levadura hasta que esta se deshaga totalmente y se junta con el huevo. Añadimos a la mezcla el anís. Con la harina, a la que espolvoreamos la sal, hacemos un volcán y vamos vertiendo la mezcla líquida en medio.

Un buen amasado es la clave de una masa esponjosa y rica, así que vale la pena esforzarse. Una vez que la masa está bien trabajada se deja crecer hasta que alcance el doble de su tamaño. Un truco es meterla en el horno a 50 grados para que suba antes.

Una vez que ha aumentado se extiende sobre la bandeja del horno, que cubriremos con papel de hornear. Se le da la forma de la bandeja o si se prefiere redonda. Opcionalmente se puede pintar con una yema de huevo y agua. Se hacen cortes con un chuchillo a lo largo y ancho dibujando cuadrados en la masa. Procura que sean un poco profundos. Con ayuda de una manga pastelera rellenamos dichos cortes con una generosa tira de crema pastelera. Mojamos azúcar con agua y salpicamos toda la bolla con esta mezcla. Se generoso, estará mucho más rica.

Se hornea durante 20 minutos a 200 grados, aunque dependerá del horno y tendrás que ir mirando.

El jarabe se hace calentando los ingredientes en un cazo y sin dejar de revolver hasta que se disuelva todo el azúcar. Cuándo la bolla salga del horno se vierte este jarabe por encima muy suavemente. Se puede pinchar la bolla con un tenedor para que penetre mejor.